FOTO: GABRIEL SCHKOLNICK 

ENTREVISTA: GABRIEL ZAMORA 

MAQUILLAJE Y PELO: JULIO OLGUÍN

DISEÑO GRÁFICO: NICO LEÓN

"La sobreproducción y el sobreconsumo no tienen perdón ni olvido. Eso es un crimen. Si eso lo vamos a estar llamando moda, no hay que hacer moda. Chao con la moda. Es imperdonable."

"La sobreproducción y el sobreconsumo no tienen perdón ni olvido. Eso es un crimen. Si eso lo vamos a estar llamando moda, no hay que hacer moda. Chao con la moda. Es imperdonable."

                       a chilena Juana Díaz ha construido su sueño del diseño sostenible en un mundo de la moda globalizado. Aunque inicialmente quería estudiar teatro o arte, decidió explorar el diseño de vestuario y se matriculó en el Instituto Vicente Pérez Rosales. A lo largo de su carrera, ha trabajado en el diseño de vestuario para espectáculos de danza contemporánea, obras teatrales y producciones de cine y publicidad. Su enfoque se basa en la creación de prendas únicas y en la utilización de materiales de descarte o desechados, como retazos de sus propias colecciones y ropa usada. Su preferencia por fibras naturales y su conciencia social se reflejan en su trabajo, en el que aborda temas como la escasez de recursos, la crisis alimentaria y energética, y la injusticia social. Aunque ha enfrentado desafíos en el ámbito comercial, se enorgullece de mantener su independencia y busca aliados comerciales para expandir su propuesta. Juana Díaz destaca la importancia de practicar un comercio justo y ético, y su enfoque en el supra reciclaje ha generado una propuesta única en el mercado nacional. A tres décadas del inicio de su carrera, Juana Díaz sigue siendo una voz activista a través de su obra, destacando la importancia de valorar el arte y promover prácticas de modos de producción a escala humana.

           a chilena Juana Díaz ha construido su sueño del diseño sostenible en un mundo de la moda globalizado. Aunque inicialmente quería estudiar teatro o arte, decidió explorar el diseño de vestuario y se matriculó en el Instituto Vicente Pérez Rosales. A lo largo de su carrera, ha trabajado en el diseño de vestuario para espectáculos de danza contemporánea, obras teatrales y producciones de cine y publicidad. Su enfoque se basa en la creación de prendas únicas y en la utilización de materiales de descarte o desechados, como retazos de sus propias colecciones y ropa usada. Su preferencia por fibras naturales y su conciencia social se reflejan en su trabajo, en el que aborda temas como la escasez de recursos, la crisis alimentaria y energética, y la injusticia social. Aunque ha enfrentado desafíos en el ámbito comercial, se enorgullece de mantener su independencia y busca aliados comerciales para expandir su propuesta. Juana Díaz destaca la importancia de practicar un comercio justo y ético, y su enfoque en el supra reciclaje ha generado una propuesta única en el mercado nacional. A tres décadas del inicio de su carrera, Juana Díaz sigue siendo una voz activista a través de su obra, destacando la importancia de valorar el arte y promover prácticas de modos de producción a escala humana.

Entrevista a Juana Díaz 

Nuestro espacio Flâneur gira en torno al concepto de pasear y observar, observar  la belleza y el placer en cualquier lugar, y desde cualquiera de sus perspectivas. Hablamos de la belleza y el placer desde lo físico hasta lo espiritual, desde lo material a lo inmaterial, desde adentro hacia afuera y viceversa. Entonces, me gustaría partir preguntándote, ¿Juana, dónde encuentras la belleza cotidianamente? 

Entrevista a Juana Díaz  
Nuestro espacio Flâneur gira en torno al concepto de pasear y observar, observar  la belleza y el placer en cualquier lugar, y desde cualquiera de sus perspectivas. Hablamos de la belleza y el placer desde lo físico hasta lo espiritual, desde lo material a lo inmaterial, desde adentro hacia afuera y viceversa. Entonces, me gustaría partir preguntándote, ¿Juana, dónde encuentras la belleza cotidianamente? 

A mí me parece que se puede encontrar en cualquier parte, es como que todo el rato algo puede ser bello.

A mí me parece que se puede encontrar en cualquier parte, es como que todo el rato algo puede ser bello.

¿Y haces ese ejercicio, de buscar la belleza en lo cotidiano?  

¿Y haces ese ejercicio, de buscar la belleza en lo cotidiano?  

Sí. Miro mucho las plantas. Me dedico mucho al jardín y observo mucho, a la gente, los pájaros, los colores. Cuando voy a Valparaíso se pone mejor porque ahí hay aire, luz, es buenísimo. También como la energía de las personas. Poner atención al momento, qué es lo que uno quiere hacer realmente, qué es lo que es más agradable. Y está lleno de momentos de belleza, como entra el sol por la ventana, cuando estás desayunando, por ejemplo en las cosas más sencillas, si tienes una mesa de madera rica, vieja, y desayunas ahí,  el tacto de la madera también. Es como la cotidianidad de algunos objetos que tienen mucho uso, mucha historia. La música, conversaciones con los demás. 

¿Vinculas la belleza con la historia? ¿Es más bello para ti aquello que tiene más historia? Pareciera ser algo de lo que sí habla tu obra.  

Sí. Miro mucho las plantas. Me dedico mucho al jardín y observo mucho, a la gente, los pájaros, los colores. Cuando voy a Valparaíso se pone mejor porque ahí hay aire, luz, es buenísimo. También como la energía de las personas. Poner atención al momento, qué es lo que uno quiere hacer realmente, qué es lo que es más agradable. Y está lleno de momentos de belleza, como entra el sol por la ventana, cuando estás desayunando, por ejemplo en las cosas más sencillas, si tienes una madera de madera rica, vieja, y desayunas ahí,  el tacto de la madera también. Es como la cotidianidad de algunos objetos que tienen mucho uso, mucha historia. La música, conversaciones con los demás. 

¿Cuánto crees que pesa la belleza en tus decisiones de vida? ¿Qué puede pasar, por ejemplo, por la decisión de por dónde caminas?

Tengo la tendencia a atesorar objetos que tienen historia. Supongo que sí, me parecen más bellos. Igual he visto cosas nuevas increíbles, entonces como que no me quiero casar con una tendencia necesariamente, porque en verdad pienso que la belleza depende mucho de cómo es uno, cuánto uno la desee, cómo uno la necesite, porque uno también la busca y la encuentra si quiere, o sea, yo ando con este rebozo mexicano de 4000 hilos y para mí esto es una belleza todo el rato, es un tesoro que me acompaña y tampoco es tan antiguo, pero tiene 4000 hilos y mira cómo está hecho el patrón, entonces también lo manual lo valoro muchísimo y que se note su impronta al parecer también me parece mas bello, me encanta.

¿Cómo crees que al día de hoy han cambiado los estereotipos de la belleza, ha cambiado lo que entendíamos de belleza antes a lo que entendemos de belleza hoy?

Sí, me parece que es bastante importante, supongo que es importante. 
Absolutamente, totalmente, yo me voy siempre por el camino más lindo, aunque tenga que caminar más. Ando huyendo de las calles con más ruido, con más autos. Tomo las pequeñitas. Paseo, voy viendo los jardines. Camino harto. Sí, como que cada vez valoro más los momentos y la belleza de esos momentos.

¿Quizás es la belleza física la que hemos entendido que tiene otros rangos y otros parámetros a los que tradicionalmente nos han mostrado?

Yo creo que sí. Basta ver a las generaciones más jóvenes. Ellos tienen totalmente otros cánones de belleza y también tienen otras corporalidades, y sí, hay unas tribus urbanas ahora mutantes, y todo este cruce con la realidad virtual, el metaverso, los filtros y las modificaciones corporales, las temáticas de las películas. Creo que sí, que ha cambiado. Pero también tiene una dimensión que es eterna, como la belleza de la poesía y la música, por ejemplo. Eso no tiene tiempo.

¿Tiene que ver la belleza con una mirada generacional? ¿Van sumándose nuevos cánones con estas miradas jóvenes a lo que entendíamos por belleza y tener que aceptarlo también dentro de una nueva realidad?

Igual yo creo que también nos están cambiando el concepto de lo físico, porque en realidad la nueva realidad es frente a un computador o a un, no sé, de estos anteojos de realidad virtual, y ese cruce que hay como con ese otro mundo es cada vez más importante para las nuevas generaciones, pero a la vez se enfrentan a una crisis como general, que implica cortes de energía, cortes de agua, que se contradice un poco con esa realidad. Entonces se vuelve ambiguo qué es lo que es lo físico. La gente se olvida de dónde está sentada y su vida transcurre en una silla. Por estar en este en este en esta virtualidad y dedicarle tantas horas a ello, se te olvida cuál es tu verdadero estado físico y se te olvida darle tiempo a salir a caminar y mirar los jardines y encontrar la belleza en una flor o en un poema.

¿Cómo crees que aporta la moda en esta conversación? ¿Qué piensas del rol de la moda hoy? ¿Cómo te relacionas con la moda?

¿Vinculas la belleza con la historia? ¿Es más bello para ti aquello que tiene más historia? Pareciera ser algo de lo que sí habla tu obra. 

Sí, yo creo que no queda otra que aceptarlo, porque ya existe sencillamente. Lo que me preocupa a veces es que se olvide lo que era la belleza. O sea, imagínate que ahora un director en no sé qué escuela en Estados Unidos tuvo que renunciar por mostrarle una foto del Michelangelo, de un desnudo. Tuvo que renunciar a su cargo de director de un colegio porque según los papás le estaban mostrando pornografía. 
Se van a olvidar de que es bello, se van a olvidar de que el Rothko es bello, de la sensación de estar frente a un Rothko, cosas que para uno son referentes de belleza, no se si para las nuevas generaciones lo siguen siendo, y creo que si eso se censura, o se modifica de alguna manera las posibles bellezas o experiencias de lo bello en las nuevas generaciones.

¿La moda es más generosa hoy en abordar estos nuevos cánones de belleza?¿Crees que la moda aporta a la democratización, por ejemplo del cuerpo?

Yo encuentro que la moda es irrenunciable. Es de todos los días, es ineludible. Todos se relacionan con la moda. Todos están obligados a vestirse.

¿Por qué una venganza? ¿Porque con el paso del tiempo también uno va entendiendo el rol del vestir o la función del vestir como algo más evolucionado que cuando eres joven quizás?

Tengo la tendencia a atesorar objetos que tienen historia. Supongo que sí, me parecen más bellos. Igual he visto cosas nuevas increíbles, entonces como que no me quiero casar con una tendencia necesariamente, porque en verdad pienso que la belleza depende mucho de cómo es uno, cuánto uno la desee, cómo uno la necesite, porque uno también la busca y la encuentra si quiere, o sea, yo ando con este rebozo mexicano de 4000 hilos y para mí esto es una belleza todo el rato, es un tesoro que me acompaña y tampoco es tan antiguo, pero tiene 4000 hilos y mira cómo está hecho el patrón, entonces también lo manual lo valoro muchísimo y que se note su impronta al parecer también me parece mas bello, me encanta.

Yo pienso que la ropa siempre comunica y que es un vehículo demasiado fuerte y elocuente como para farrearselo y que también es una buena venganza para el paso del tiempo, como que ir bien vestido te puede divertir mucho, y no sé...dignifica, tu vejez, es una venganza también.

¿Cuál es la belleza de la moda para ti hoy? De la moda, entiéndase como esta industria que nos contiene o de lo que significa para ti como medio de expresión. ¿Qué es lo más bello de seguir haciéndolo?

No, no creo. O sea, yo creo que los jóvenes también lo necesitan, muchos jóvenes también lo necesitan y no tiene por qué ser menos elocuente su propuesta. Cada uno a lo suyo, viva la libertad, o sea, es como que pienso que “vestirse bien”, bien entre comillas, pero expresarse a través de la indumentaria, buscar identificarse con lo que uno usa, ser consecuente con las prendas que uno elige, cuidar la ropa, es un acto político y es revolucionario y si uno lo puede hacer con un buen diseño, ayudando a un colega, con una buena materia prima, todo eso se puede aprovechar sin necesidad de tener tantos recursos, creativa y consecuentemente, y uno puede ser muy elocuente, muy fashion. También dar un buen ejemplo a los estudiantes. Como no vaya a ir bien vestido a darle clase a estudiantes de diseño. Como que es lo mínimo que un estudiante de diseño puede pedir.

Suena como atesorar una idea en un objeto, suena como ponerle un alma a un algo inanimado, hacer ese ejercicio.

Bueno, yo en mis diseños cada vez he tendido más por interpretar la indumentaria como casi un cartel, de un statement, que realmente puede ser una pancarta, ropa pancarta. Y lo ultimo que he estado haciendo, desde Insula en adelante, es muy así, es usar realmente lo que tengo, lo mejor posible, lo más creativamente posible y lo más sencillamente posible también e  imprimirle algún sello de manufactura, un detalle, un buen concepto para que tengan historia, como si fuera un papel y un lápiz, como un bosquejo. Por suerte he podido ir juntando algunas materias primas con el tiempo, pero de qué manera voy a juntar esos tesoros que tengo, con este discurso, es casi forzoso te diría y ya está.

Me lo dejaste perfecto. Ya que sabemos qué es lo poético para ti de la moda, ¿Qué es lo no poético de la moda?

Sí, a mí me parece poético. Ajá. Y además es súper ético. Es como ¿Para qué tan slow?

Una última frase que le dejarías como herencia o consejo, a los que nos van a estar leyendo. Ojalá una que te defina.

Pucha, la sobreproducción y el sobreconsumo. No tienen perdón ni olvido.. O sea, eso es un crimen. Si eso lo vamos a estar llamando moda, no hay que hacer moda. Chao con la moda. Es imperdonable. Entonces, da miedo. Da miedo.

Hay que ver.
Si, yo pienso que hay que ser auténtico, valorar la comodidad y la salud, no solo de uno, sino que también del planeta y estar consciente que uno es con el planeta. En verdad estar consciente de que estamos en una crisis grave de calentamiento global. Si no podemos conciliar la expresión de nuestra creatividad, la necesidad de expresarnos a través de la indumentaria de una forma respetuosa, entre nosotros mismos, no tiene tanto valor. Entonces pienso que hay que buscar en lo que ya existe y hay que parar la sobreproducción a como de lugar,  y hay que ponerse un poco más ético, es que no puede ser. Tenemos que cambiar nuestra conducta de consumo, nosotros no deberíamos estar yendo a los malls ni a esas grandes tiendas pero es que ni por si acaso.  Y  claro, de por medio lo de lo democrático, pero en verdad yo no me creo que tener a medio mundo endeudado sea democrático. La gente se endeuda para comprar mierda, que después la tira. Y eso no para. Y está todo confabulado para que sea así. Entonces no tiene moral.

¿Cuánto crees que pesa la belleza en tus decisiones de vida? ¿Qué puede pasar, por ejemplo, por la decisión de por dónde caminas?

Sí, me parece que es bastante importante, supongo que es importante. 
Absolutamente, totalmente, yo me voy siempre por el camino más lindo, aunque tenga que caminar más. Ando huyendo de las calles con más ruido, con más autos. Tomo las pequeñitas. Paseo, voy viendo los jardines. Camino harto. Sí, como que cada vez valoro más los momentos y la belleza de esos momentos.

¿Cómo crees que al día de hoy han cambiado los estereotipos de la belleza, ha cambiado lo que entendíamos de belleza antes a lo que entendemos de belleza hoy?

Yo creo que sí. Basta ver a las generaciones más jóvenes. Ellos tienen totalmente otros cánones de belleza y también tienen otras corporalidades, y sí, hay unas tribus urbanas ahora mutantes, y todo este cruce con la realidad virtual, el metaverso, los filtros y las modificaciones corporales, las temáticas de las películas. Creo que sí, que ha cambiado. Pero también tiene una dimensión que es eterna, como la belleza de la poesía y la música, por ejemplo. Eso no tiene tiempo.

¿Quizás es la belleza física la que hemos entendido que tiene otros rangos y otros parámetros a los que tradicionalmente nos han mostrado?

Igual yo creo que también nos están cambiando el concepto de lo físico, porque en realidad la nueva realidad es frente a un computador o a un, no sé, de estos anteojos de realidad virtual, y ese cruce que hay como con ese otro mundo es cada vez más importante para las nuevas generaciones, pero a la vez se enfrentan a una crisis como general, que implica cortes de energía, cortes de agua, que se contradice un poco con esa realidad. Entonces se vuelve ambiguo qué es lo que es lo físico. La gente se olvida de dónde está sentada y su vida transcurre en una silla. Por estar en este en este en esta virtualidad y dedicarle tantas horas a ello, se te olvida cuál es tu verdadero estado físico y se te olvida darle tiempo a salir a caminar y mirar los jardines y encontrar la belleza en una flor o en un poema.

¿Tiene que ver la belleza con una mirada generacional? ¿Van sumándose nuevos cánones con estas miradas jóvenes a lo que entendíamos por belleza y tener que aceptarlo también dentro de una nueva realidad?

Sí, yo creo que no queda otra que aceptarlo, porque ya existe sencillamente. Lo que me preocupa a veces es que se olvide lo que era la belleza. O sea, imagínate que ahora un director en no sé qué escuela en Estados Unidos tuvo que renunciar por mostrarle una foto del Michelangelo, de un desnudo. Tuvo que renunciar a su cargo de director de un colegio porque según los papás le estaban mostrando pornografía. 
Se van a olvidar de que es bello, se van a olvidar de que el Rothko es bello, de la sensación de estar frente a un Rothko, cosas que para uno son referentes de belleza, no se si para las nuevas generaciones lo siguen siendo, y creo que si eso se censura, o se modifica de alguna manera las posibles bellezas o experiencias de lo bello en las nuevas generaciones.

¿Cómo crees que aporta la moda en esta conversación? ¿Qué piensas del rol de la moda hoy? ¿Cómo te relacionas con la moda?

Yo encuentro que la moda es irrenunciable. Es de todos los días, es ineludible. Todos se relacionan con la moda. Todos están obligados a vestirse.

¿La moda es más generosa hoy en abordar estos nuevos cánones de belleza?¿Crees que la moda aporta a la democratización, por ejemplo del cuerpo?

Yo pienso que la ropa siempre comunica y que es un vehículo demasiado fuerte y elocuente como para farrearselo y que también es una buena venganza para el paso del tiempo, como que ir bien vestido te puede divertir mucho, y no sé...dignifica, tu vejez, es una venganza también.

¿Por qué una venganza? ¿Porque con el paso del tiempo también uno va entendiendo el rol del vestir o la función del vestir como algo más evolucionado que cuando eres joven quizás?

No, no creo. O sea, yo creo que los jóvenes también lo necesitan, muchos jóvenes también lo necesitan y no tiene por qué ser menos elocuente su propuesta. Cada uno a lo suyo, viva la libertad, o sea, es como que pienso que “vestirse bien”, bien entre comillas, pero expresarse a través de la indumentaria, buscar identificarse con lo que uno usa, ser consecuente con las prendas que uno elige, cuidar la ropa, es un acto político y es revolucionario y si uno lo puede hacer con un buen diseño, ayudando a un colega, con una buena materia prima, todo eso se puede aprovechar sin necesidad de tener tantos recursos, creativa y consecuentemente, y uno puede ser muy elocuente, muy fashion. También dar un buen ejemplo a los estudiantes. Como no vaya a ir bien vestido a darle clase a estudiantes de diseño. Como que es lo mínimo que un estudiante de diseño puede pedir.

¿Cuál es la belleza de la moda para ti hoy? De la moda, entiéndase como esta industria que nos contiene o de lo que significa para ti como medio de expresión. ¿Qué es lo más bello de seguir haciéndolo?

Bueno, yo en mis diseños cada vez he tendido más por interpretar la indumentaria como casi un cartel, de un statement, que realmente puede ser una pancarta, ropa pancarta. Y lo ultimo que he estado haciendo, desde Insula en adelante, es muy así, es usar realmente lo que tengo, lo mejor posible, lo más creativamente posible y lo más sencillamente posible también e  imprimirle algún sello de manufactura, un detalle, un buen concepto para que tengan historia, como si fuera un papel y un lápiz, como un bosquejo. Por suerte he podido ir juntando algunas materias primas con el tiempo, pero de qué manera voy a juntar esos tesoros que tengo, con este discurso, es casi forzoso te diría y ya está.

Suena como atesorar una idea en un objeto, suena como ponerle un alma a un algo inanimado, hacer ese ejercicio.

Sí, a mí me parece poético. Ajá. Y además es súper ético. Es como ¿Para qué tan slow?

Me lo dejaste perfecto. Ya que sabemos qué es lo poético para ti de la moda, ¿Qué es lo no poético de la moda?

Pucha, la sobreproducción y el sobreconsumo. No tienen perdón ni olvido.. O sea, eso es un crimen. Si eso lo vamos a estar llamando moda, no hay que hacer moda. Chao con la moda. Es imperdonable. Entonces, da miedo. Da miedo.

Una última frase que le dejarías como herencia o consejo, a los que nos van a estar leyendo. Ojalá una que te defina.

Hay que ver.
Si, yo pienso que hay que ser auténtico, valorar la comodidad y la salud, no solo de uno, sino que también del planeta y estar consciente que uno es con el planeta. En verdad estar consciente de que estamos en una crisis grave de calentamiento global. Si no podemos conciliar la expresión de nuestra creatividad, la necesidad de expresarnos a través de la indumentaria de una forma respetuosa, entre nosotros mismos, no tiene tanto valor. Entonces pienso que hay que buscar en lo que ya existe y hay que parar la sobreproducción a como de lugar,  y hay que ponerse un poco más ético, es que no puede ser. Tenemos que cambiar nuestra conducta de consumo, nosotros no deberíamos estar yendo a los malls ni a esas grandes tiendas pero es que ni por si acaso.  Y  claro, de por medio lo de lo democrático, pero en verdad yo no me creo que tener a medio mundo endeudado sea democrático. La gente se endeuda para comprar mierda, que después la tira. Y eso no para. Y está todo confabulado para que sea así. Entonces no tiene moral.